Un palomo suena al compás de lo que se conoce como moralidad imnífuga de somnolencia pesimista...Oh destello cruel de bondad, que me agarra en espiral un profundo mundo de colores y pasiones lúgubres marcados tras la farola del monte sinaí
martes, 2 de diciembre de 2008
Y así se muestra mi corazón.
Elevado a la nada, bajo el manto de un estruendoso lugar donde los pájaros de Hitchcock no fueron nunca encontrados por la sobriedad magnífica de la negritud de la realidad.
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Bicicletas a pedales,
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Poesía cósmica
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